miércoles, 23 de julio de 2014

LAS TENDENCIAS EN LOS NEGOCIOS AGROALIMENTARIOS

                          

En los tiempos actuales, los negocios agroalimentarios se enfrentan a un escenario caracterizado por la constante variación del sistema de agronegocios mundial. Según el Programa Mundial de Alimentos (WFP), la crisis financiera mundial ha generado un escenario donde la volatilidad en los precios de los víveres afecta directamente la estabilidad de los mercados y, por consiguiente, al entorno social en países como el nuestro, considerados como líderes en producción de alimentos.

De acuerdo con estudios recientes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el desarrollo de los negocios asociados con la agricultura, en particular aquellos de pequeña y mediana escala, podrían contribuir a forjar una sociedad más equitativa en base al equilibrio social, al crecimiento económico y a la sostenibilidad de la biodiversidad. Aquí, el reto es organizar agronegocios competitivos acorde a los tiempos que vivimos.

Es válido recordar, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que un agronegocio es un sistema comercial que integran diferentes actividades de producción, transformación y distribución de alimentos. Este concepto, que se viene asociando con el de agricultura empresarial, es en realidad un sistema complejo y de alcance múltiple, generador de empleo e ingresos.

El IICA señala que las tendencias agroalimentarias se vienen desarrollando en un escenario caracterizado por tres hechos importantes que requieren un minucioso análisis. Primero, el estilo de vida actual que demanda alimentos procesados, comida pre-cocida y sabores frescos. Segundo, consumidores mejor informados y preocupados en el cuidado de su salud. Y finalmente, alimentos saludables, producidos con altos estándares de calidad e inocuidad. Innovar es el secreto del éxito.

En este escenario tres corrientes comerciales que se vienen desarrollando, en mayor o menor grado, a nivel global. Primero, los alimentos “funcionales” como los cítricos, aquellos que ofrecen algún beneficio en la mejora física o mental del consumidor. Hoy, ya no es ajeno a la mayor parte de personas términos como antioxidante, energético o prebiótico. Estas preferencias han ocasionado un incremento en el consumo de frutas y hortalizas, frescas y procesadas.

Un segundo grupo incluye a los productos “orgánicos” como el café y el cacao. Estos productos están asociados con consumidores “esporádicos” y nichos de mercado especiales, niños y adultos mayores. En último lugar, se deben mencionar los productos denominados “étnicos” como los granos andinos, relativamente nuevos pero de gran demanda y una ocasión para certificar el comercio justo. Atentos a estas oportunidades.
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23 Jul . 2014

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